lunes, 29 de diciembre de 2008

Entre bien y mal


Muchos de vosotros, fieles seguidores, os habréis visto inmersos en alguna ocasión en un diálogo como el que acontece a continuación:

Fiel Seguidor: El otro día fui a ver Las Ruinas... pfff, vaya tela...
FBA/DMR: Pero ¿qué dices? ¿No te gustó? Yo me harté de reir, ¡un partidazo!

o, por el contrario, con este otro:

FBA/DMR: El otro día vimos Outlander, ¡menuda bazofia!
Fiel Seguidor: Del carajo para vosotros entonces, ¿no?
FBA/DMR: No, vamos a ver, hay partidos y partidos...


Y es que desde la redacción de El Partido de los Martes queremos hacer una clara distinción entre lo que es un auténtico partidazo, que te levanta de tu butaca para aplaudir en mitad de una secuencia o que te arranca lágrimas de risa por lo absurdo, de varios de los bodrios que, por desgracia, nos hemos tenido que tragar a lo largo de esta temporada que se acerca a su fin.


-
Tropic Thunder, Venganza, incluso Zohan, son exponentes de auténticas perlas que, por lo inesperado, son más que un Partido de los Martes. Secundarios de lujo como Tom Cruise, ritmo fílmico semejante a las películas de Steven Seagal (hostia tras hostia) y humor del bueno, y no del cacaculopedopis, son algunas de las premisas de estas 'joyas de la corona'.

- Parking 2, Rogue: el territorio de la bestia, La Niebla... son Partidos de los Martes por definición. Huelen a partido. Por su guión, por su elenco de actores, son películas que nos garantizan que vamos a tener lo que andamos buscando: casquería, pechazos, situaciones absurdas, bichos surgidos de la mente enferma de algún escritor fumado...

- Desgrac¡adamente, Max Payne, 10.000, Reflejos o Prom Night han sido algunas de las decepciones de las más de treinta películas que hemos visto en todo el 2008. Películas que, no sólo es que no cumpliesen las expectativas, si no que apenas ofrecían algún detalle mínimamente salvable, esto es: una muerte salvaje, un pibón que alegre la vista o una historia sin sentido que se torne cómica cuando quiere ser de lo más dramática y/o terrorífica.

Esperamos haber despejado vuestras dudas. Y si no, ya sabéis... feliz 2009

sábado, 20 de diciembre de 2008

Dragones y vikingos, un mundo infernal

Una fecha marcada con rojo en nuestro calendario, el estreno de Outlander. Vikingos contra alienígenas, toma ya. Prometía estar a la altura de otros grandes partidazos y, sin embargo, decepcionó tanto que FBA sucumbió al sueño de Morfeo en el momento álgido de los desconcertantes 115 minutos de metraje...

Desconcertantes porque el extraterrestre Jim Caviezel (¡
Jesucristo!) llega a la tierra en la Edad del Hierro para acabar con un bicho que él mismo ha traido en su nave, rompiendo la relativa paz de una pequeña aldea de pacíficos vikingos, entre los que convive un monje cristiano (?????), y que está enfrentada a otra tribu arrasada por el mencionado bicho y liderada por el sinpar Ron Perlman.

Como da la casualidad de que Kainan (Jim Caviezel) es un extraterrestre con forma humana, cuyas únicas diferencias con los habitantes de la tierra son la perenne cara de pena y que su civilización no conoce las mangas, hay momento para el romance cuando conoce a
Sophia Myles, una vikinga sin barba ni cuernos (visibles).

EL MOMENTAZO: Entendemos que la película, así de entrada, no es que se deba juzgar por su realismo y fidelidad con la Historia. Pero convertir a una aldea de vikingos, esos guerreros sanguinarios que arrasaban todo lo que se ponía por delante, en un grupito de mariquitas ya es pasarse. Eso es precisamente lo que da a entender la película en una de sus escenas más vergonzantes cuando, en plena fiesta, los habitantes de la aldea se sacan de la manga un juego en el que corretean encima de unos escudos, como las zamburguesas de humor amarillo pero a lo rústico. Kainan, que se las pega de guay, le gana al chulito aspirante al trono del rey y éste, en vez de cortarle las piernas y decirle "venga, corre ahora por los escuditos" como buen vikingo, se hace su amiguito del alma. Marica...

Parodia como puedas

No contentos con el esperpento de hace un par de semanas de Disaster Movie, nos entregamos de nuevo al cutrismo norteamericano imperante para asistir a Superhero movie, film a la altura del título de esta crítica... (por los suelos).

Sin llegar a producir la sensación de vergüenza ajena de Disaster Movie, esta peli supone una nueva prueba más de que, salvo excepciones, el género de humor americano no va más allá del chiste fácil y la parodia evidente. Eso lo lleva intentando aquí Cruz y Raya toda la vida y definitivamente no tiene ni puñetera gracia, así que a ver si tomamos nota...

Parodiando secuencia a secuencia la primera película de la saga de Spiderman, Superhero Movie apenas ofrece momentos de verdadero humor salvando las hostias gratuitas que se da el protagonista o los habituales chistes sexuales típicos de este típico de películas. En esta ocasión, es una libélula tratada genéticamente la que dará al protagonista perdedor su superpoder (sí, lo sabemos, pero nosotros no hemos 'escrito' el guión...). De entre toda la mediocridad surgen nuestro ídolo
Leslie Nielsen, al que siempre admiraremos aunque participe en bodrios como este; Pamela y las gemelas; y un doble de Tom Cruise, quien se está ganando a pulso una mención de honor en nuestro espacio, desde su genial actuación en Tropic Thunder...

EL MOMENTAZO: A parte de las tradicionales e infalibles bromas de caca-culo-pedo-pis y las intervenciones de Leslie Nilsen, hay algún que otro momento digno de mención. Muy bueno, por ejemplo, cuando el protagonista se prueba su traje de Libelula-man y descubre demasiado tarde que se le ha olvidado ponerle ojos y al menos un agujerito para respirar a la máscara. No es que sea digno de los Monty Phyton, pero reir, te ríes...

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Dos ceros a la izquierda

Pasaron o, mejor dicho, aún no llegaron los tiempos en los que James Bond se zafaba de las más viles tretas de sus enemigos con una hábil estratagema, un astuto ardid o, a lo sumo, con un certero disparo de su elegante pistola...

Quantum of solace es un amplio despliegue de persecuciones, explosiones y hostias de gran calibre, lejanas al estilo y la clase que desprendían las sesenteras aventuras del agente secreto del MI6, encarnado por aquel entonces por Sean Connery o Roger Moore, entre otros. En esta ocasión, Daniel Craig hará frente a un malvado villano (creemos que) gabacho que pretende controlar el agua de Bolivia para enriquecerse con su venta, puteando a los simpáticos y típicos lugareños, al tiempo que intentará cobrarse venganza por un amor del pasado.

Entre atragantá y atragantá, 007 tiene tiempo para montárselo, como es habitual en la saga, con dos grandes pibones. Con
Olga Kurylenko mantiene una bonita relación que empieza a casi a ostias y acaba con manoseo en un coche cual adolescentes, mientras que su idilio con Gemma Arterton se reduce a cuatro palabritas y su toma toma correspondiente antes de que la chica acabe con los pulmones (y con todo en general) como la bahía de Algeciras. A esta si que podrían bautizarla como la petróleo...

Pero no todo son pibas y tiros, durante su camino para restablecer el orden mundial, Bond tiene tiempo para cononcer al auténtico Indiana Jones boliviano: un tipo con sombrero de ala ancha, chaqueta de cuero y menos cuello que Doraemon encogiéndose de hombros. Sólo por ver su breve pero impactante aparición merece la pena pagar y aguantar hora y media al imperturbable Daniel Craig repartiendo galletas a diestro y siniestro en una peli que no aburre, pero que tampoco aporta nada.

EL MOMENTAZO: Que 007 es de goma es algo que nos van dejando de caer a lo largo de la peli pero que queda patente cuando, tras un accidente aéreo, se tira al vacío acompañado de Olga (ay, Olga) y el paracaídas no se despliega a tiempo, abriéndose justo cuando llegan al suelo. Tras el costalazo, en lugar de dejar una bonita empanada de vísceras, se levantan como si tal cosa y emprenden el camino de vuelta a la civilización. Eso sí, ella se quita los tacones y se los lleva en la mano, porque una caída desde 2.000 metros es soportable, pero un juanete eso ya no hay quien lo aguante...

viernes, 21 de noviembre de 2008

Un desastre de película

Lo hemos vuelto a hacer. El Partido de los Martes, aplazado durante un mes por turnos intempestivos y oposiciones varias, no se merecía un retorno así. Nuestro último visionado, Disaster Movie, es un trozo de mierda más nacido del cubo de vómitos que tienen por cabeza Aaron Seltzer y Jason Friedberg, que son más malos que Hitler, y sólo consigue que durante hora y cuarto te repitas ¿por qué? ¿por qué? ¿POR QUÉ?



El inexistente argumento parodia las típicas películas de desastres pero es sólo una excusa para meter con calzador una parodia cutre detrás de otra, todas ellas sin gracia y sin venir a cuento. Amy Winehouse, Jessica Simpson, Sexo en Nueva York, Juno, Batman, Hulk, Hellboy y un largo etcétera de personajes de la gran pantalla se ven vilipendiados de forma totalmente gratuita y sin interés alguno para el guión de una peli tan cutre que algunos de los actores interpretan a dos e incluso tres personajes de la misma... Seguramente el objetivo de estos dos enfermos mentales haya sido batir el récord de parodias sin gracia de la historia del cine, y teniendo en cuenta que habrá al menos una parodia por minuto, lo han conseguido. Felicidades, ahora ya podéis volver al infierno de donde nunca debísteis haber salido.

Sí merecen felicitación por combinar en una misma película a Carmen Electra (no puede faltar en una lo que sea movie); a Vanessa Minnillo y a la potentísima Kim Kardashian (en la imagen, con su hermana) cuyos pechos, como ya ocurriera en otros Partidos de los Martes, van en aumento a medida que avanza el film.

El Momentazo: El protagonista, azorado por el gran peligro que sufre su novia, atrapada en el museo de la ciudad, le dice a Batman (!!!!!) que va a ir a rescatarla, produciéndose el siguiente diálogo:

- Batman: Si vas al museo, tienes un cero por ciento de probabilidades de sobrevivir...
- Protagonista: ¡Me agarraré a esa cifra!






domingo, 2 de noviembre de 2008

Momentazos musicales

En El Partido de los Martes también podemos ponernos romanticones. De un peliculón como Lost in Translation, de Sofia Coppola, extraemos un minutito de una de sus mejores secuencias, en la que Bill Murray y Ella se van de parranda con unos amigos japoneses, culminando la noche con un karaoke guapo.





More than this (1982), de Roxy Music, Bill canta, Ella le mira, él la mira y no hace falta decir más...

jueves, 30 de octubre de 2008

Literalmente, máximo dolor

Max Payne. Esto es lo que siente uno cuando sale del cine, después de haber pagado casi cinco euracos por ver este atropello. Una peli basada en un videojuego que promete acción, tiros y vísceras desde un principio es, en realidad, un tostonazo en forma de drama psicológico en la que no se pega un tiro por lo menos hasta el minuto 57 de partido y en el que un tipo duro como Mark Wahlberg llega incluso a despreciar una proposición indecente de Olga Kurylenko, de largo, lo mejor de la película.

Max Payne es un atormentado policía que, relegado a casos menores en su comisaría continúa investigando el asesinato de su mujer y su hijo, casualmente relacionado con una serie de extraños sucesos que comienzan a ocurrir, casualmente relacionados también con el entorno laboral de su difunta esposa y que concluyen con un final más previsible que una rueda de prensa de Bernd Schuster.

El reparto de la película lo completan, además de los mencionados Wahlberg y Kurylenko, una tal Mila Kunis (con el síndrome de "me crecen los pechos cuando me asusto" ya visto en Parking 2), Amaury Nolasco (Sucre de Prison Break, haciendo de malo hiperdopado), Chris O'Donnell (qué bajo has caído, Robin) y el rapero Ludacris, en el espectacular papel del Inspector Bravura (sí, Bravura, gran cachondeo cada vez que alguien le llamaba). Especial tristeza supone el caso del que fuera Robin (que se ha puesto como un zollo además) en esas violaciones fílmicas llamadas Batman Forever y Batman y Robin, cuyo papel en la película básicamente se reduce a recibir ostias de un cabreado Wahlberg y acabar tiroteado vilmente. Las cosas que pasan por no hacer caso al bueno de Alfred...

EL MOMENTAZO: El Wahlberg, en plan tipo duro al que todo le da asco, se lleva a su casa a la Kurylenko dispuesto a darle un poco de cariño. La piba, que nada más cruzar la puerta ya está medio en pelotas, no tarda ni 20 segundos en colocarse artísticamente en la cama cubierta sutilmente por una sabanita y espera ya con las piern...los brazos abiertos al Max Payne...cuando a éste se le va la pinza y la echa de su casa así por las buenas. Al parecer el muchacho prefiere ser líder en solitario...

Tschhhhh

El cine español vuelve al Partido de los Martes con Santos, una película del chileno Nicolás Pérez quien, seguramente, ha conseguido unir dos de sus pasiones en esta producción: los comics y Elsa Pataky.

La rocambolesca historia de dos amigos de la infancia, Salvador Santos y Arturo Antares (
Javier Gutiérrez y Leonardo Sbaraglia respectivamente) que ven cómo el comic que ellos mismos han creado comienza a hacerse realidad siendo ellos el héroe y el villano protagonistas del mismo y la incomparable Elsa (la operación hecha perfección), la chica que se debate entre ellos. Guillermo Toledo, caracterizado magistralmente como el personajazo Antropomosco está, sencillamente, genial en cada una de sus intervenciones en una película que, sin ser una castaña importante, sólo aporta ansiedad ante un nuevo plano de la Pataky.

Parece mentira que un servidor (DMR) diga esto, pero esta es una película demasiado friki. Nada más hay que ver el innecesario y hortera look del Sbaraglia (una especie de
Raiden de Mortal Kombat a lo cutre... más cutre quiero decir) para darse cuenta que es una peli de nerds para nerds, sin más intención que provocar cosquilleos interperniles a los frikis con cada plano de las mamellas de la Pataky, algo que al menos sin duda consigue.

EL MOMENTAZO: El Antropomosco es sin duda el gran protagonista en los mejores momentos de la peli. Genial, sobre todo, es la conversación que tiene con el Niño Bola en la que le aclara que de naves espaciales nada, que eso son imaginaciones suyas, y añade "como lo de las alitas, que me has dibujado ahí con unas alitas y es que eso me tiene...la cabeza de mosca vale, pero las alitas?...maricón". Tschhhhhhh.

jueves, 9 de octubre de 2008

Momentazos Musicales

Renace con fuerza la sección, y nunca mejor dicho. Rocky Balboa, el mejor púgil de la historia del cine, prepara su combate ante el campeón del mundo de los pesos pesados, el cansinísimo Apollo Creed, recorríendose las calles de su Filadelfia natal acompañado de un tema (Gonna fly now) ue todos hemos tatareado alguna que otra vez, con una base funky muy de la época de la peli. Un temazo, vamos.



¿Quién tú ere?


No podía durar tanto la buena racha, y con Reflejos llegó el bajón al Partido de los Martes. Otro remake de terror asiático, en este caso acerca de un policía retirado que se mete a vigilante en lo que queda de un centro comercial (destruido por un incendio) y que empieza a ver cosas raras en los espejos. El guión es un sinsentido lleno de sustos fáciles, con el pobre del Kiefer Sutherland (que bajo ha caído Jack Bauer) poniendo caras ridículas ante su propio reflejo mientras su hermana (la buenorra de Amy Smart), su pibón de mujer y sus niños sufren a los demonios cabrones de los espejos.

De nuevo 'despropósito' es la palabra que mejor define una película que, a medida que avanza, sólo provoca preguntas en la mente del aturdido espectador: ¿Y porqué al otro vigilante no le pasa nada? ¿Porqué las monjas no tienen espejos en el convento? ¿Y porqué he venido yo a ver esto, si todavía está Scarlett Johansson en cartel?


EL MOMENTAZO: La muerte de la hermana del protagonista, por absurda e innecesaria, bien podría ser considerada el momentazo de este coñazo de peli. Resulta que la piba va a darse un bañito (con su escenita de desnudez obligada incluída) y mientras ella se mete en el agua, a su 'lado malo' del otro lado del espejo le da por matarse DESENCAJÁNDOSE LA MANDIBULA. ¿Puede haber una muerte más absurda? De hecho, ¿en serio la gente se muere por eso? ¿Quería parecerse al Joker? ¿Qué clase de disparate es este? Con lo fácil que hubiera sido meterse con la tostadora en la bañera...

Tocando techo en la selva

Una final de Champions en pleno mes de septiembre. Eso es lo que nos encontramos con Tropic Thunder, una peli que lo peor que tiene es el absurdo subtítulo ese de 'Una guerra muy perra' que le han puesto aquí. Esperando equivocarnos, podemos habernos topado con, probablemente, el mejor Partido de los Martes de la temporada...

Desde que aparecen los trailers ficticios para presentar a los personajes, se sabe que la cosa va a ir de reir sin parar hasta el final. La cosa va de un grupo de actores (cada uno cumpliendo un particular cliché) que se embarca en hacer la mayor película de guerra de la historia, hasta que se ven metidos en una guerra de verdad.


Los personajes, geniales. Ben Stiller se sale haciendo de héroe de acción (y de Jack el simple), el Jack Black la lía como enganchado y sobre todo Robert Downey Jr. la monta parda como Dirk Lazarus, el superactor que se cambia el color de la piel para hacer de negro y que deja las mejores frases de la peli, perlas como "eso es como cuando un niño pequeño se agarra la polla cuando está asustado" o "entonces, Alpa (dirigido al rapero que les acompaña, que acababa de revelar su amor hacia un tipo llamado Lance o algo así) cuando escribías esas canciones sobre chochitos, estabas pensando en comerte la polla de ese Lance, ¿no?".

EL MOMENTAZO: El bailoteo que se pega un genial Tom Cruise, caracterizado como un productor de cine gordo, calvo, peludo y sudoroso queda eclipsado por Jack Black quien, en un desesperado intento por ser desatado de un árbol le ofrece un favor sexual (que le coma la polla, vamos) a uno de sus compañeros de reparto. (Sí, de nuevo dos momentazos, ¿y qué?)

FBA y DMR quieren pedir perdón a sus lectores por haber escrito dos veces (con esta tres) la palabra POLLA en esta crítica...

lunes, 29 de septiembre de 2008

En busca de la credibilidad perdida

Podríamos decir que, al igual que Zohan, Wanted nos ha deparado una gran sorpresa en nuestro último Partido de los Martes. La película de Timur Bekmambetov (con ese nombre qué vamos a esperar) es un auténtico despropósito que pierde credibilidad a cada minuto, lo que la va convirtiendo en objeto de mofa por parte del público hasta ser, como ya hemos dicho, un auténtico partidazo.

James McAvoy es un perdedor que, sin saberlo, es el hijo de un asesino a sueldo miembro de una hermandad secreta que se dedica a arreglar el mundo a su manera, esto es, a base de balazos con efecto en el coco.

Angelina Jolie, en un triste proceso de Amywinehousización (esta mujer cada día está peor, aunque sigue siendo
ella), será la encargada de reclutar al prota para que Morgan Freeman (aka Kofi Annan) le desvele el secreto de la hermandad: un telar marca el destino de sus miembros, a través de un código binario traducido a través del método 'porque sí' que genera miradas de incredulidad entre los asistentes a la peli. "Mira, 000010010110, esto es una J, clarísimo..."

No menos absurda es la explicación que da Kofi Annan ("que soy Morgan Freeman, copón") a la sensación chunga que le entra al chaval cuando se pone nervioso y que le obliga a ir empastillado todo el día: "Es que a nosotros los de la Hermandad, cuando vamos a darle matarile a alguien, el corazón nos late a 400 pulsaciones por minuto". Si no hubieran cambiado rápidamente el plano para enfocar la cara de "¿pero tú que cojones me estás contando, Morgan Freeman?" del pibe protagonista habríamos visto al bueno de Kofi partirse la caja descojonándose, porque eso del corazón en modo colibrí no se lo cree ni él...

El momentazo: A medida que avanza la película se van sucediendo los momentos de grandeza (nótese la ironía) de la misma, pero en los primeros minutos del film, el prota suelta una frase genial a su obesa y déspota superiora: "Si no fueras tan hija de puta, nos darías lástima". Instante genial, comparable al que se produce minutos después cuando el mejor amigo de McAvoy, que se pincha a su
novia y le putea constantemente, reacciona desde el suelo, tras llevarse un par de buenas hostias, a un morreo de su amigo con Angelina diciendo: "Es el mejor, el mejor". (Sí, son dos momentazos, pero lo son).

La gerontofilia puede ser divertida...

Tremenda sorpresa la protagonizada por Adam Sandler y su película Zohan, licencia para peinar. En lo que a priori se presentaba como un bodrio nos encontramos como una gran dosis de humor, tal vez excesivamente borde en algunos momentos; pibones (espectacular Emmanuelle Chriqui); y unos secundarios de lujo como son John Turturro (sembrao) y Rob Schneider. Todo ello con trasfondo político incluido, lanzando un mensaje de paz entre los pueblos israelí y palestino. Ahí la llevas.

Un agente secreto del Mossad israelí finge su propia muerte y huye de su patria para cumplir el sueño de su vida: ser un famoso peluquero. Su descontextualización (cree que aún se llevan los pelazos de los años 80) y, porqué no decirlo, sus favores sexuales a sus clientas le convertirán en la estrella del glamour de Nueva York, ciudad en la que se reencontrará con su archienemigo, el terrorista interpretado por John Turturro, el Fantasma.

Lo realmente divertido viene cuando nos muestran al Zohan como el bicharraco de agente secreto que es, capaz tanto de nadar como un delfín al lado de una moto acuática como de hacer imposible que un solo pelo caiga al suelo de la peluquería en la que trabaja, lanzándose cual Casillas si es necesario para evitarlo. Además él, que ha recibido los entrenamientos más severos y no hace ascos a nada, no tiene reparos en agradecer a sus vetustas clientas su visita con un buen meneo y claro, se forman unas colas de viejas en la puerta del local que ni en una firma de autógrafos de Juan y Medio...

El Momentazo: La secuencia en la que tres taxistas neoyorquinos, enemigos del Zohan por su común procedencia euroasiática, llaman al servicio de atención al cliente de Hezbolá para informar de que el agente secreto aún vive es digna del humor absurdo de los Monty Phtyon o de los hermanos Coen, salvando las distancias, pero sencillamente genial.

viernes, 12 de septiembre de 2008

La decadencia de Nicolas

Revisión norteamericana de la peli tailandesa del mismo nombre, Bangkok Dangerous es una de los Partidos de los Martes que menos nos ha aportado, cinematográficamente hablando, y con la que más sangre vamos a hacer sobre su protagonista (y su estilismo), Nicolas Cage.

Cage, ganador de un Oscar, no lo olvidemos nunca, culmina su debacle como actor con este bodrio en el que interpreta a un asesino a sueldo que va a hacer su último trabajo en Bangkok -claro, si no se llamaría Torremolinos dangerous o Springfield dangerous-, ciudad en la que descubre el amor y la amistad tras años de soledad/manualidad mientras lleva a cabo sus encarguitos de matar.

Volviendo a Nicolas Cage... ay Nicolas, que pena de tí. ¿Como un tipo que se casca un peliculón como La Roca o dice aquello de "puedo pasarme horas comiendo una perita" (Cara a cara) cae tan bajo como para hacer mierdas como esta o la bazófica Ghost Rider? Y sobre todo, y más importante, ¿por qué, en lugar de seguir el ejemplo de dignidad de Bruce Willis y raparse, se presenta en pantalla con ese pelazo? Por muy largos que te dejes los pelos de la nuca, ESTAS CALVO, NICOLAS CAGE. Que se te ve el cartón, cojones. Acéptalo, colega, y deja de parecerte a una señora mayor, por lo que más quieras.

EL MOMENTAZO: Resulta conmovedor como Nicolás, loco por una alegría, intenta ligarse a una orientalita sorda (¡y farmacéutica!), llevándola a cenar, al piojito de Bangkok, conociendo a su familia... y asistiendo a sus danzas rituales en las que nos preguntamos cómo demonios sigue el ritmo, si no oye. ¿Hay algo más absurdo que llevar a una sorda a un concierto? Claro, y por su cumpleaños le regalas un ipod, no te jode...

La Venganza es un plato que se sirve a hostias

Por sorpresa y como los que no quieren la cosa, nos encontramos con Venganza con un auténtico partidazo digno de Liga de Campeones. Vuelve el género del atormentado y solitario héroe que reparte hostias como panes sin inmutarse, encarnado por un genial Liam Neeson (alias Qui-gon Jin, alias Oskar Schindler, alias Rob Roy, alias Darkman), que en este film da vida a un ex agente del gobierno americano que ha visto su vida familiar truncada por su vida laboral, una lástima.

En estas que su hija (Maggie Grace, haciendo de adolescente -con casi 30 años- en un papel que recuerda a las 'grandes interpretaciones' de Al salir de clase), una golfilla rubia que se va a Europa con una amiga más golfilla que ella, es secuestrada por una banda del Este europeo para hacer de ella una chica de alto standing (por decirlo finamente). A Neeson no le queda otra que viajar a París para rescatar a su hija mediante los únicos métodos que conoce... liándola.

En su periplo en tierras gabachas, Liam le coge el gustillo a eso de aplastar cabezas albano-kosovares y da una clase magistral de reparto de atragantás a domicilio mientras busca a su pánfila hija, que (atención SPOILERRR) consigue pasar los 93 minutos de metraje sin que le toquen una triste tetilla a pesar de haber sido secuestrada para meterla a puta...

EL MOMENTAZO: En plena búsqueda parisina, el bueno de Liam se topa con un gachó que al parecer puede tener información sobre el paradero de su hija y para persuadirlo a hablar le clava a lo bestia dos tornillacos en las piernas y lo conecta a la corriente eléctrica. Una vez obtenida la información, el Neeson se larga y lo deja allí, engrosando la factura de Endesa... Para que luego vaya vacilando de torturador el Sayid de Perdidos, ¡con dos cojones Liam!

miércoles, 20 de agosto de 2008

¡¡DEFENSA!!¡¡¡DEFENSA!!!

Nuevo desplazamiento a El Puerto pero en esta ocasión no al Cubillo, sino al Palacio de los Deportes de la localidad portuense, contando además en esta ocasión con la presencia estelar de don José María García como invitado (el de la radio no, el de las guiris).

La peli va de unos tipos que deciden secuestrar un niño, pero la cosa no sale como esperaban, blá, blá, blá... ¿a quién le importa? El gran descubrimiento de Hellion El ángel caído no fue ni la típica historia del niño cabrón sucedáneo de Damian el de La Profecía o las estelares apariciones de Sawyer el de Perdidos y la doctora Tancredi de Prison Break, no, sino el debut en cine del gran Louis Bullock, que comenzó en el banquillo y poco a poco fue acumulando minutos hasta convertirse por méritos propios en el máximo anotador del partido. A mitad del tercer cuarto, y perdiendo de paliza, SweetLou pasa de las indicaciones del jefe de policía Joan Plaza y comienza su show, que acaba, como no podía ser de
otra forma, con un tiro libre (en el pecho).

EL MOMENTAZO: Es evidente que, si nos pasamos la peli descojonándonos del parecido de un secundario con un jugador de baloncesto, no es que fuera uno de los mejores partidos de la temporada, ni un duda pacoh. Así que, si tenemos que destacar algo, a parte del ya mencionado fin del magnífico escolta madridista, es la escena en la que la doctora Tancredi se da una duchita (se sentiría sucia después de cuernear a su noviete) y aparecen dos perrazos dispuestos a comérsela. Ella, que aunque se tire a otros no es ni mucho menos una guarra, prefiere sucumbir a manos de los lobos antes de dejar de tapar sus vergüenzas, evitando así además una alegría a los sufridos espectadores, que al final quedamos sin casquería, sin ver pechos y sin ná. Pues vaya.

miércoles, 30 de julio de 2008

'Con el seis, el que no se lleva bien con el astro rey...'



Nueva incursión en el cine patrio de terror del Partido de los Martes esta vez con Eskalofrío, una película que prometía mucho pero no acabó de cumplir con las expectativas. La cinta comienza narrando la patética existencia de Santi (Junio Valverde), un niñato excéntrico y asustadizo que no soporta la luz solar y que se marcha con su mamá a un pueblucho perdido en busca de sombrita. Coincidiendo con la llegada de Santi comienzan a producirse una serie de ataques violentos relacionados con el bosque que rodea toda la zona y claro, las culpas para el niño rarito nuevo. A partir de ahí todo es blablablá hasta que se descubre que la culpable de los ataques es una niña alemana criada salvaje, como Mowgli del Libro de la Selva pero con más mierda y mucha más mala leche.

No hay grandes momentos que recordar en Eskalofrío, salvo las apariciones de algunos secundarios como el torrentiano Jimmy Barnatán en el papel de colega frikazo de Santi o el pastor tuerto puteado porque le matan a las ovejas, que se cree House en plan rural. Lo que sí que hay que destacar es que esta película se enmarca sin duda en el género de la ciencia ficción, ya que de otra manera no se puede explicar que el único gran pibón (Blanca Suárez) que vive en el pueblucho de mierda ese se interese por el protagonista e insista en quedar con él mientras que el nota prefiere preocuparse por el monstruito del bosque. Mooooñaaaaaa...

El momentazo: Protagonizado precisamente por la piba buenorra del pueblo cuando, tras internarse en el bosque con 'Iniesta' y su amigo el friki, se mete un pellejazo con mortal y medio y doble tirabuzón, instantes después de que su padre (en la búsqueda de los chavales) afirmase que su hija "conocía el bosque como la palma de su mano"...

martes, 29 de julio de 2008

Doomsday: El Día del homenaje



Porque en este Partido de los Martes (que debería hacer que nos replanteásemos nuestros objetivos de cara a la temporada que comienza) si algo tiene, son homenajes a punta pala y sin un sentido definido en medio de un baño de sangre de notables y gratuitas proporciones. "Un despropósito", clamaba DMR.

Los autos locos, Mad Max, Pulp Fiction (en forma de frikazo embutido en cuero loco por una alegría cárnica de cualquier tipo), Braveheart, Robin de los Bosques... todas y cada una de ellas son literalmente fusiladas en una película, Doomsday, que bien podría ser la continuación o historia paralela a El incidente.

La historia, el clásico virus que arrasa un país enterito (Escocia), que es puesto en cuarentena y cerrado a cal y canto para que sus habitantes se descompongan a gusto, hasta que el mencionado virus empieza a liarla fuera, por lo que un cuerpo de élite (los cojones) es enviado de vuelta a Glasgow en busca de una vacuna, liderado por una superviviente de la epidemia original (Rhona Mittra) con un ojo de menos, que todo hay que decirlo, convirtiendo su enfrentamiento con las 'tribus' que habitan los páramos escoceses en un cúmulo de situaciones a cada cual más surrealista.

El momentazo: El líder de los insurrectos escoceses, una mezcla de Iggy Pop y el Dr. Emmet Brown (Doc para los colegas) persigue sin éxito al cuerpo de élite, que escapa de sus garras en un tren a vapor (???¿¿¿), a lo que el gachó reacciona lanzando un sonoro Cabroneeeee y asestando un directo en la mandíbula de uno de sus frikis subordinados.

martes, 15 de julio de 2008

Ojulk!


De nuevo es
Marvel Comics la responsable de que tengamos que hablar bien de nuestro Partido de los Martes. Si Ironman nos parecía una adaptación notable del papel, El increíble Hulk también llega a este nivel ofreciendo lo que, al fin y al cabo, uno quiere ver cuando a ver una película de este calibre.

La historia es tan simple (no pedimos más, la verdad) como que Bruce Banner huye a Brasil para encontrar un remedio a ese mal despertar que le convierte en lo que aparece en la imagen superior, pero el Ejército de los EE.UU. lo localiza y le persigue. Y ahí se lía el taco.Hay que agradecer a una película que se llama El increíble Hulk que dedique gran parte de su metraje precisamente a mostrar al bichardo verde en todo su esplendor y se deje de mariconadas (que tome nota Ang Lee). Esa vileza tan de agradecer tiene su punto álgido en la gran patá en el pecho que se lleva el chulito de Tim "me dopo como Gurpegui" Roth y el gran despliegue de puñetazos y atragantás que se lleva minutos después ya convertido en La Abominación. ¡Eso es una puta peli de bicharracos, coño!

Por echarle para atrás algo a la peli, que Bruce Banner vaya desde Rio de Janeiro hasta la costa este de los EE.UU. andandito... como que no nos lo tragamos pero, lo dicho, no pedimos más.

EL MOMENTAZO: Una cabaña perdida en las montañas, algo de música, una copa de vino y Liv Tyler encima... todas las papeletas para que el bueno de Bruce Banner se marcase el polvo de su vida... hasta que el puto reloj de las pulsaciones le dejó bien claro que de clavarla nada si no quería dejarle a la piba el tema como una boca de metro...

jueves, 10 de julio de 2008

El bosque es de todos, quema tu parte

Lo ha vuelto a hacer. El muy cabrón lo ha vuelto a hacer. El puto indio (no de los que molan, con sus caballos, sus plumas y sus flechas, no, de los otros) nos ha vuelto a colar una bacalá infame de película que encima ganará tropecientosmil millones de dolares sólo porque el puto M. Noche Shyamalan de los cojones aparece en los créditos. El sexto sentido estaba bien, sí, pero sólo la primera vez; El protegido tenía su gracia, Señales molaba hasta que sacaron el bicho verde ese de tres metros y El bosque, si no fuera por un par de gilipolleces, sería hasta buena. Y cuando parecía que no se podía hacer una mierda mayor que esa estafa llamada La joven del agua, el mierda este nos sorprende con la bazófica El incidente.

Este engendro de película nacido directamente de las entrañas de Satanás nos cuenta como, por arte de magia, árboles, plantas y demás flora declaran la guerra al ser humano mediante una espora que incita al suicidio. Tus mierdas de películas también incitan al suicidio, indio cabrón. A lo que íbamos: el protagonista, el carapalo del Mark Wahlberg, y su novia Zoey Deschanel junto a un colega y la hija de éste emprenden una absurda huida de las plantas y sus esporas asesinas que les lleva ni más ni menos que a atravesar todos los putos campos y bosques de Estados Unidos. Es como si les persiguieran aspirinas y fueran a esconderse a la fábrica de Bayer...

Casi todo en la película es ridículo y da vergüenza ajena, con momentos estelares como las dos viejas que hacen punto con mascarillas puestas o cuando al Wahlberg le da por soltarle la chapa a una planta de plástico, intentándola convencer de que no son tan malos y merecen vivir, al contrario que el puto indio de mierda, al que si algún día me cruzo por la calle atropellaré con mi coche. También vergonzosas las actuaciones del militar que se encuentran por el camino o la vieja que les cobija al final de la peli.

EL MOMENTAZO: Quizás porque aún no se había revelado del todo la mierda que estábamos a punto de presenciar, el principio es de lo más destacable, cuando a la peña le da por suicidarse sin razón aparente. La escena de los obreros tirándose desde lo alto de un edificio mientras uno lo flipa desde abajo es de lo mejorcito de esta bazofia. Lo mejor de todo es el mensaje que transmite la película, "las plantas son malas, no te fies de ellas y si puedes, destrúyelas antes de que ellas te destruyan a tí". Vaya inspiración para los pirómanos...

PD: No volverás a ver mi dinero, indio cabrón. Arderás en el infierno.

De divertido, nada

El partido de los Martes vuelve con fuerza para denigrar y denunciar uno de los últimos crímenes perpetrados en las carteleras españolas en este mes de julio. Funny Games U.S., remake de la homónima película, aunque de producción austriaca y dirigida por el mismo sinvergüenza, Michael Haneke.

La historia, bien simple. Un par de frikazos se dedican a ir casa por casa en una modélica urbanización estadounidense de adineradas familias, que sufren el puteo constante de estos dos individuos con cara de niños buenos. Naomi Watts y Tim Roth (y Devon Gearhart, el niño) sufren en sus carnes los palos (de golf) de la extraña pareja que parece dominar todas las reglas del juego (incluso las del espacio-tiempo).

La película es un coñazo insoportable que sólo sale un poco de su letargo los 20 minutos que Naomi se tira en ropa interior dando saltitos por la casa aunque, eso sí, el perenne moquillo que le cae de la nariz le resta morbo al asunto... y más aún cuando, para cubrir su desnudez, se pertrecha con un chaleco de punto salido del armario del recordado tito Phil, de El Príncipe de Bel Air.

El momentazo: La dantesca imagen de Tim Roth (Abominación, el señor Naranja, el botones de Four Rooms...) pasándole el secador al móvil de su mujer, sentado en una silla de la cocina con la pierna derecha rota y una carita de 'Vaya tela de fin de semana' es, sin duda, el momentazo de esta película calificable, a todas luces, de bazófica.


jueves, 12 de junio de 2008

Catetos en la niebla



Después de varias decepciones consecutivas, llegamos una soleada tarde al multicines del Bahía de Cádiz dispuestos a comprobar si La Niebla sería capaz de sacarnos de nuestra crisis. El cabrón del taquillero a punto estuvo de dar al traste con nuestras ilusiones, no queriendo darnos entradas porque llegamos dos minutos tarde... pero por fortuna estamos tan desequilibrados como para largarnos hasta El Puerto, jugarnos unos bolos, jamarnos un Kebab y ver allí la peli. Te jodes, comesueños, mamonazo. Arderás en el infierno.

Bueno, vamos al lío. La peli, grandiosa, cuenta la historia de un pequeño pueblecito que se ve rodeado por una extraña niebla que se carga a todo el que se adentre en ella. Un grupo de catetos y un par de individuos de la gran ciudad se quedan encerrados en un supermercado y deben hacer frente a los bichillos que van asomando de entre la bruma, además de a la pesada de la loca del pueblo, que poco a poco va rallando y ganando adeptos con la mierda del apocalípsis y el fin del mundo, en plan Fernando Arrabal.

El protagonista (Tom Jane), que llega a la tienda con su niño llorica, pasa totalmente inadvertido ante el gran elenco de secundarios que pululan por el súper, a saber:

- El dependiente frikazo, un máquina que siempre tiene la frase oportuna y todo lo hace bien. Cada intervención suya invita al aplauso.
- La loca religiosa, no veas el calor que da con la mierda del fin del mundo. Cansiiiina.
- Los dos catetos, uno con la cara y la voz de Cletus el de los Simpsons y el otro que pasa de chulito a supercreyente en lo que se descongelan las croquetas de pollo en el supermercado.
- El niñato reponedor (conocido por su papel de Shermineitor en American Pie), primera víctima de la niebla.
- El vecino del protagonista, que no se cree que haya bichos en la niebla ni cuando le pegan bocaítos en los güebos y se pasa el día crispando, seguramente porque es negro y abogado y se siente mal visto por la sociedad pueblerina.
- El motero, que tiene una frase na más pero te descojonas con él.
- La rubia guarrona que se quiere pinchar al protagonista, asumiendo que la niebla ya se habrá pasado por la piedra a su mujer...
- El militar moñaza, que tiene la posibilidad de pincharse al pibón de dependienta pero incomprensiblemente se echa atrás (vamos, que será maricón).
- La vieja artista (en un papel que hubiera bordado la madre de Las chicas de oro), protagonista del gran momentazo de la peli.

EL MOMENTAZO:
Podríamos seleccionar como momentazo cada intervención del dependiente cabezatarro, pero sin duda lo que más nos marcó fue cuando un grupito de valientes se atrevió a salir para buscar medicinas en una farmacia cercana y al llegar uno de ellos pregunta que dónde pueden estar. Ahí aparece la vieja, con su candil dieciochesco, y suelta con un tono de lo más curioso "estarán ahííí, en el cubííículo". Mu grande.

Sentenciados

Por segunda semana consecutiva nos llevamos una decepción en nuestro Partido de los Martes que, esperamos, no sea un avance de lo que nos espera en la Eurocopa que está a la vuelta de la esquina... Sentencia de muerte narra, basicamente, la historia de una clásica familia americana a cuyo cabeza de familia -Kevin Bacon- se le va la pinza cuando su hijo preferido (no lo decimos nosotros, lo dice el propio Bacon) es asesinado durante un rito iniciático de una banda de su ciudad que, no contenta con haber acabado con el muchacho, se carga además a la mujer de Kevin (Kelly Preston, que se conserva de categoría) y deja en coma al hijo marginado y hecho unos zorros a Kevin Bacon, que resurge de sus cenizas cual Ave Fénix para acabar con los miembros de la banda asesina en un despliegue de violencia que nos dejó ciertamente insatisfechos.

La película en sí aporta bastante poco, y lo únicas escenas destacables son aquellas en las que los miembros de la familia hacen ver al hijo pequeño lo mierda que es, como a
Meg en Padre de familia. Sólo albergamos ciertas esperanzas de ver una película burra decente cuando al hombre sin sombra se le va la pinza definitivamente y se cuela en plan kamikaze en la guarida de la banda pelao como un angango y buscando jaaangre. En el momento en el que arranca la pierna a un nota de un disparo casi me emociono, pero al final ná...

EL MOMENTAZO: Es una secuencia de crudeza moral (ya hemos dicho que de violencia está la cosa cortita) en el que un lloroso Kevin Bacon habla con su hijo marginado en coma, confirmándole lo que ya sabe este: "sí, queríamos más a tu hermano". Increíblemente, esta desconsoladora 'revelación' ayuda al chaval a salir de estado comatoso... tremendo.

sábado, 7 de junio de 2008

Momentos Musicales



Los más grandes, los Monty Phyton, cierran la genial Life of Brian (La vida de Brian, 1979) con una canción que probablemente inspirase a Bobby McFerrin diez años más tarde.

Always look at the bright side of life... ¡Blasfemo! ¡Ha dicho Jehova!

miércoles, 28 de mayo de 2008

Prom Night, una noche pa'echarla

Probablemente haya sido esta la mayor decepción de la temporada. Prom Night (Una noche para morir) prometía pibones y casquería envueltos en un argumento escuetísimo: un profesor obsesionado con una alumna a la que se quería pinchar en el pasado (acabó con toda la familia de la chavala en el intento) se fuga de la cárcel el día de la fiesta de graduación de la susodicha y sus colegas. Lo que prometía ser una carnicería en un hotel de lujo con grandes escotes salpicados con sangre no es otra cosa que una película cortita cortita, sin la violencia extrema que esperábamos...

Especialmente indignante resulta el papel del asesino, que sólo parece conocer dos maneras de matar a la muchachada que se va cruzando por el hotelazo, de mini rajita en el cuello o con tres pinchacitos en el estómago, sin sangre ni ná. ¡Qué falta de originalidad, por dió! Más le valdría un cursillo impartido por el enmascarado asesino (alias el primo patético de Jason Voorhees) de
Campamento infernal, porque si no eres capaz de idear una forma absurda de matar a un adolescente y que sea capaz de producir litros y litros de sangre y casquería, ¿qué puta mierda de asesino eres?

EL MOMENTAZO: La atormentada Donna (Brittany Snow) tiene pesadillas con su asesino, y bien avanzada la peli tiene una tan, tan, tan real, que cuando se despierta, no se le ocurre otra cosa que hacer que seguir, paso a paso, todo lo que ocurre en el sueño. '¡Venga, a ver si me mata de verdad!'. Este momentazo nos ha recordado que, ya en
Llamada Perdida los protagonistas se empeñaban en hacer y decir exactamente lo que precedía a su fatal muerte y que ya conocían gracias, precisamente a una llamada perdida.

PD:
Tal es el nivel de la peliculita, que a punto estuvimos de señalar como momentazo el trailer de Hulk que pusieron antes y que nos emocionó mucho más que 90 minutos de adolescentes puteados, pero por respeto a nuestros lectores (¿¿??) nos decidimos por el momentazo descrito arriba.

jueves, 15 de mayo de 2008

Momentazos musicales



Sin comentarios. Un ruso blanco, y a disfrutar.

El Gran Lebowski (1998)

miércoles, 7 de mayo de 2008

Deep Impact in Espartinas

Primera incursión por el cine patrio y primera discrepancia entre los responsables de esta, nuestra web.

A DMR (poli bueno) la peli en general le ha gustado, aunque es evidente que tiene algún que otro fallo, normal en un director novel como el F. Javier Gutiérrez este. Es verdad que al tío de vez en cuando se le va la pinza y se flipa con la cámara en plan autopsia de CSI, pero en general el filme es bastante correcto. Siendo un tema tan explotado en el cine (Armageddon y Deep Impact entre otras) se toca de una manera muy diferente, centrándose en cómo se toma la gente que no van a llegar a ver el partido del Plus del domingo en lugar de mandar vaqueros espaciales a meterle bombas al meteorito. 'Total, si es pa ná'. Además, el Eduard Fernández (aquí coincidimos) como siempre borda su papel de asesino sin escrúpulos, con un pelucón que parece en homenaje al Anton Chigurt de Bardem en No es país para viejos, y las hace pasar putas al protagonista Ale (Víctor Clavijo, de asombroso parecido con el ex compañero J.J. López, del que no disponemos de imágenes) y sus sobrinitos. Ah, y sale (dos segundos más o menos) el gran Antonio Dechent.

Al poli malo, FBA, la película sin embargo no le ha convencido. A tres días vista de que el mundo se vaya a por tabaco, Eduard Fernández escapa de la cárcel y vuelve a su pueblo clamando venganza contra quien le encerró, hermano del protagonista. Un pueblo enclavado en un paraje yermo en el que, por arte de magia aparece un bosque en el que hay hasta un río y en el que la abuela de los chiquillos la palma sin razón aparente.

El Momentazo: Precisamente en el entierro de la señora, Ale, en un arrebato de explotación infantil camboyana, pone a uno de sus sobrinos a cavar (por gracioso), le corta el punto a Clarita, que ha hecho una cruz para su abuela (¡a tomar por culo!) y al sobrino pequeño, que goza de favoritismo, es al único que no le pone mala cara cuando planta una flor en lo alto de la tumba.

martes, 6 de mayo de 2008

¡Anda, pero si esta es buena!

No sabemos sí decir con alegría o con tristeza que estamos hablando de la primera película que nos ha gustado en nuestros ya tres meses de vida. Bodrios del tamaño de Spiderman 3 (o Ghost Rider, o Daredevil, o The Punisher, la lista es eterna) nos hicieron pensar que Iron-Man podría ser un nuevo destrozo de un héroe del comic (FBA: en mi caso, de los que más me gustaba de chequitito), pero nada más lejos de la realidad.

Con un Robert Downey Jr. bastante aceptable, la pila en el pecho del hombre de hierro da para dos horitas de entretenimiento (créditos incluidos, hasta el final, hagánnos caso) con humor, buenos efectos especiales, algún que otro pibón y una historia típica de Marvel adaptada al siglo XXI pero sin banderas americanas de fondo ni superhéroes haciendo de todo menos lo suyo. Además, el Jeff Bridges también borda el papel de supuesto colega del héroe con una sonrisita de cabrón que advierte que en algún momento al Downey Jr. le van a caer ostias como panes de su parte.

EL MOMENTAZO: La peli mola en general, así que es difícil destacar algún momento demasiado chocante o fuera de lugar. Sin embargo, sí que resulta bastante poco creíble como el bueno de Stark, capturado por unos afganos sin escrúpulos, se fabrica el tío un traje biónico con dos latas de fabada y cuatro cables pelaos que ni se abolla cuando le disparan, lanza fuego y hasta vuela. Vamos, que hasta el propio McGyver al ver esto diría indignado "venga ya hombre..."

Qué ruinazo de peli

Volviendo a la casquería nos hemos topado con una peli que es, en esencia, un auténtico Partido de los Martes. Un alemán se lleva a dos parejas de americanos a visitar una pirámide perdida en mitad de un bosque mejicano porque a él le da yuyu ir solo a buscar a sus colegas, que no dan señales de vida. El resultado: una horrible maldición los atrapa en la pirámide siendo el mencionado alemán el más puteado de la pandilla, en la que destaca un auténtico carnicero que soluciona cualquier problema amputando miembros a cascoporro.

Muy a destacar en esta peli, que ofrece grandes momentos de pechazos y vísceras, la carita de pena del alemán poco antes de caer por un pozo y la solución del citado 'carnicero' a su problemilla en las piernas, "esto se corta por aquí y listo". "¿Pero no le va a doler?" -preguntan los incrédulos colegas- "No, no, si eso que muerda algo pero vamos que este no siente ná". Hasta el chicano brutote con cara de Ewok que les esperaba abajo de la pirámide para darles pasaporte se acojonó con la gritera del pobre chiquillo.

EL MOMENTAZO: Stacy (
Laura Ramsey), descomunal pibón que nos regala al comienzo de la película una secuencia que levantaría al más fláccido de los mástiles, se ve 'afectada' por la maldición de la pirámide y les dice a sus compañeros que siente algo extraño por su cuerpo, al tiempo que un extraño movimiento en su frente hace que el resto de sus colegas pongan cara de 'hostia, esta la va a cascar en breve...'. Ella, asustada, pregunta "¿¿verdad que habéis visto algo?" y los otros para tranquilizarla sueltan un sosegador "Nooo...¿ver el qué?..."

viernes, 2 de mayo de 2008

Momentazos Musicales



El lap dance de Vanessa Ferlito en Death Proof se comenta solo...

miércoles, 23 de abril de 2008

¡Iaputa, deja ar chavá!


Retratos del mas allá es una más que cutre versión de una película asiática en la que sólo destacan el pibón protagonista, Rachael Taylor, (quizá un poco sobrada de chorla), los piboncillos/putillas japonesas que circulan en torno al protagonista masculino, y la aparición 'esterlar' de James Kyson Lee (Ando, en Héroes). La historia, una paraonia china, como no podía ser de otra manera. Una tal Megumi, despechada por la indiferencia de Benjamin Shaw (Joshua Jackson) en el pasado, regresa de entre los muertos para advertir a la piba protagonista, nueva esposa del malvado Ben, de que su marido es un prenda.

Como en líneas generales es una mierda, a nadie le importará que destripe parte del final, algo necesario para comentar alguna de las escenas más chorras de la peli. Y es que ésta pasa de ser una aburridilla película de chinos más a completo despropósito cuando a la Megumi se le va la olla y empieza a aparecer por cada esquina al más puro estilo Celebrities, enganchándose al Ben como un perrillo en celo. Además la chiquilla, que no es demasiado sutil, no se le ocurre otra cosa para conquistar al fotógrafo que subirse a borricate encima suya, como se descubre en la descojonante escena final. Vamos, que mucho fantasma y mucha ostia, pero la Megumi lo que estaba es loca por un estacazo...

EL MOMENTAZO: El atormentado Ben, después de varias semanas de sucesos paranormales, despierta de una pesadilla empadado en sudor con un espeluznante grito al tiempo que su esposa, muy astuta ella, le pregunta: '¿Qué te pasa shiquillo?'

Momentazos Musicales



El genial arranque de una gran película de principios de los 90: Terminator 2.
El gobernador de California entra en pelota picada en un bar buscando ropita y transporte y, a su manera, lo consigue... (sin matar a nadie, que en esta parte ya es el bueno)

George Thorogood and the Destroyers - Bad To The Bone

jueves, 10 de abril de 2008

"A los cocodrilos les gusta el olor a perro"

El partido de los martes se jugó esta semana fuera de casa y además en jornada aplazada por lluvia. Tras varios sinsabores nos hemos reencontrado esta semana con una película que nos ha dado lo que nos prometía, es decir, bichos gigantes y vísceras a cascoporro, como debe ser: Rogue, el territorio de la bestia.

Obviando numerosos planos paisajísticos innecesarios (todos sabemos cómo es Australia, que de chicos no nos perdíamos ni un capítulo de Mofli) la película nos aporta gran cantidad de secuencias sin sentido, a saber:
-El sieso del protagonista prefiere conservar 3 dólares de saldo de su Motorola antes que intentar pedir ayuda cuando el barco encalla en la isla. Una isla por cierto en la que las mareas suben de una forma acojonante.
-El barco es el barco del mal rollo, con una tripulación de frikis de esos que sacaba Cárdenas hace la tira de años en Crónicas Marcianas. Están el bigote con cara de palo que va a tirar las cenizas de su mujer; la neurótica gafotas y su marido el chulito; la familia con la madre enferma (qué mejor para recuperarse que escapar de las fauces de un cocodrilo gigante); la gorda loca por una estaca; el fotógrafo excéntrico con toda la cara de Rooney o su primo el Koala; el periodista posturitas del protagonista; y por último la piloto, que decía tener 28 años (los cojones) y que se iba sacando respuestas absurdas de la manga a cada momento. Ah, y no olvidar a su perro Kevin, protagonista de EL MOMENTAZO de la peli.
-Llegando al final de la cinta, nos enseñan el coqueto pisito del cocodrilo, en el que guarda a sus presas aunque a veces no recuerda muy bien donde ("yo juraría que había dejado el cuerpo mutilado de la tía esta por aquí"). Ahí el periodista posturitas se hace el machote (siempre con la intención de clavarla como sea) y se empeña en rescatar a la piba moribunda, aprovechando la siestecita que el cocodrilo se echa después de una dura jornada de caza y un miolastán para relajarse...

EL MOMENTAZO: Amenazados por el bichardo y por las crecientes mareas, a los supervivientes se les ocurre tender una trampa al cocodrilo, pero claro, necesitaban un cebo. En ese momento todas las miradas se vuelven hacia el pobre Kevin, que se hace el loco hasta que el Koala recuerda que hay dos cadáveres de pato por ahí al lado y no hace falta ensañarse con el animalito (sublime secuencia recibida con aplausos entre el respetable). Menos mal que la piba no había dicho aún que "a los cocodrilos les gusta el olor a perro", que si no...


lunes, 7 de abril de 2008

Momentazos musicales




Melenones arriba y abajo en un coche de lo más cutre y, en un cassette no menos cutre, un clásico de la historia de la música. Es el inicio de
El Mundo de Wayne y el momentazo musical de la semana...

Queen - Bohemian Rapsody