viernes, 12 de septiembre de 2008

La decadencia de Nicolas

Revisión norteamericana de la peli tailandesa del mismo nombre, Bangkok Dangerous es una de los Partidos de los Martes que menos nos ha aportado, cinematográficamente hablando, y con la que más sangre vamos a hacer sobre su protagonista (y su estilismo), Nicolas Cage.

Cage, ganador de un Oscar, no lo olvidemos nunca, culmina su debacle como actor con este bodrio en el que interpreta a un asesino a sueldo que va a hacer su último trabajo en Bangkok -claro, si no se llamaría Torremolinos dangerous o Springfield dangerous-, ciudad en la que descubre el amor y la amistad tras años de soledad/manualidad mientras lleva a cabo sus encarguitos de matar.

Volviendo a Nicolas Cage... ay Nicolas, que pena de tí. ¿Como un tipo que se casca un peliculón como La Roca o dice aquello de "puedo pasarme horas comiendo una perita" (Cara a cara) cae tan bajo como para hacer mierdas como esta o la bazófica Ghost Rider? Y sobre todo, y más importante, ¿por qué, en lugar de seguir el ejemplo de dignidad de Bruce Willis y raparse, se presenta en pantalla con ese pelazo? Por muy largos que te dejes los pelos de la nuca, ESTAS CALVO, NICOLAS CAGE. Que se te ve el cartón, cojones. Acéptalo, colega, y deja de parecerte a una señora mayor, por lo que más quieras.

EL MOMENTAZO: Resulta conmovedor como Nicolás, loco por una alegría, intenta ligarse a una orientalita sorda (¡y farmacéutica!), llevándola a cenar, al piojito de Bangkok, conociendo a su familia... y asistiendo a sus danzas rituales en las que nos preguntamos cómo demonios sigue el ritmo, si no oye. ¿Hay algo más absurdo que llevar a una sorda a un concierto? Claro, y por su cumpleaños le regalas un ipod, no te jode...

1 comentario:

Elena G. Antón dijo...
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