miércoles, 30 de julio de 2008

'Con el seis, el que no se lleva bien con el astro rey...'



Nueva incursión en el cine patrio de terror del Partido de los Martes esta vez con Eskalofrío, una película que prometía mucho pero no acabó de cumplir con las expectativas. La cinta comienza narrando la patética existencia de Santi (Junio Valverde), un niñato excéntrico y asustadizo que no soporta la luz solar y que se marcha con su mamá a un pueblucho perdido en busca de sombrita. Coincidiendo con la llegada de Santi comienzan a producirse una serie de ataques violentos relacionados con el bosque que rodea toda la zona y claro, las culpas para el niño rarito nuevo. A partir de ahí todo es blablablá hasta que se descubre que la culpable de los ataques es una niña alemana criada salvaje, como Mowgli del Libro de la Selva pero con más mierda y mucha más mala leche.

No hay grandes momentos que recordar en Eskalofrío, salvo las apariciones de algunos secundarios como el torrentiano Jimmy Barnatán en el papel de colega frikazo de Santi o el pastor tuerto puteado porque le matan a las ovejas, que se cree House en plan rural. Lo que sí que hay que destacar es que esta película se enmarca sin duda en el género de la ciencia ficción, ya que de otra manera no se puede explicar que el único gran pibón (Blanca Suárez) que vive en el pueblucho de mierda ese se interese por el protagonista e insista en quedar con él mientras que el nota prefiere preocuparse por el monstruito del bosque. Mooooñaaaaaa...

El momentazo: Protagonizado precisamente por la piba buenorra del pueblo cuando, tras internarse en el bosque con 'Iniesta' y su amigo el friki, se mete un pellejazo con mortal y medio y doble tirabuzón, instantes después de que su padre (en la búsqueda de los chavales) afirmase que su hija "conocía el bosque como la palma de su mano"...

martes, 29 de julio de 2008

Doomsday: El Día del homenaje



Porque en este Partido de los Martes (que debería hacer que nos replanteásemos nuestros objetivos de cara a la temporada que comienza) si algo tiene, son homenajes a punta pala y sin un sentido definido en medio de un baño de sangre de notables y gratuitas proporciones. "Un despropósito", clamaba DMR.

Los autos locos, Mad Max, Pulp Fiction (en forma de frikazo embutido en cuero loco por una alegría cárnica de cualquier tipo), Braveheart, Robin de los Bosques... todas y cada una de ellas son literalmente fusiladas en una película, Doomsday, que bien podría ser la continuación o historia paralela a El incidente.

La historia, el clásico virus que arrasa un país enterito (Escocia), que es puesto en cuarentena y cerrado a cal y canto para que sus habitantes se descompongan a gusto, hasta que el mencionado virus empieza a liarla fuera, por lo que un cuerpo de élite (los cojones) es enviado de vuelta a Glasgow en busca de una vacuna, liderado por una superviviente de la epidemia original (Rhona Mittra) con un ojo de menos, que todo hay que decirlo, convirtiendo su enfrentamiento con las 'tribus' que habitan los páramos escoceses en un cúmulo de situaciones a cada cual más surrealista.

El momentazo: El líder de los insurrectos escoceses, una mezcla de Iggy Pop y el Dr. Emmet Brown (Doc para los colegas) persigue sin éxito al cuerpo de élite, que escapa de sus garras en un tren a vapor (???¿¿¿), a lo que el gachó reacciona lanzando un sonoro Cabroneeeee y asestando un directo en la mandíbula de uno de sus frikis subordinados.

martes, 15 de julio de 2008

Ojulk!


De nuevo es
Marvel Comics la responsable de que tengamos que hablar bien de nuestro Partido de los Martes. Si Ironman nos parecía una adaptación notable del papel, El increíble Hulk también llega a este nivel ofreciendo lo que, al fin y al cabo, uno quiere ver cuando a ver una película de este calibre.

La historia es tan simple (no pedimos más, la verdad) como que Bruce Banner huye a Brasil para encontrar un remedio a ese mal despertar que le convierte en lo que aparece en la imagen superior, pero el Ejército de los EE.UU. lo localiza y le persigue. Y ahí se lía el taco.Hay que agradecer a una película que se llama El increíble Hulk que dedique gran parte de su metraje precisamente a mostrar al bichardo verde en todo su esplendor y se deje de mariconadas (que tome nota Ang Lee). Esa vileza tan de agradecer tiene su punto álgido en la gran patá en el pecho que se lleva el chulito de Tim "me dopo como Gurpegui" Roth y el gran despliegue de puñetazos y atragantás que se lleva minutos después ya convertido en La Abominación. ¡Eso es una puta peli de bicharracos, coño!

Por echarle para atrás algo a la peli, que Bruce Banner vaya desde Rio de Janeiro hasta la costa este de los EE.UU. andandito... como que no nos lo tragamos pero, lo dicho, no pedimos más.

EL MOMENTAZO: Una cabaña perdida en las montañas, algo de música, una copa de vino y Liv Tyler encima... todas las papeletas para que el bueno de Bruce Banner se marcase el polvo de su vida... hasta que el puto reloj de las pulsaciones le dejó bien claro que de clavarla nada si no quería dejarle a la piba el tema como una boca de metro...

jueves, 10 de julio de 2008

El bosque es de todos, quema tu parte

Lo ha vuelto a hacer. El muy cabrón lo ha vuelto a hacer. El puto indio (no de los que molan, con sus caballos, sus plumas y sus flechas, no, de los otros) nos ha vuelto a colar una bacalá infame de película que encima ganará tropecientosmil millones de dolares sólo porque el puto M. Noche Shyamalan de los cojones aparece en los créditos. El sexto sentido estaba bien, sí, pero sólo la primera vez; El protegido tenía su gracia, Señales molaba hasta que sacaron el bicho verde ese de tres metros y El bosque, si no fuera por un par de gilipolleces, sería hasta buena. Y cuando parecía que no se podía hacer una mierda mayor que esa estafa llamada La joven del agua, el mierda este nos sorprende con la bazófica El incidente.

Este engendro de película nacido directamente de las entrañas de Satanás nos cuenta como, por arte de magia, árboles, plantas y demás flora declaran la guerra al ser humano mediante una espora que incita al suicidio. Tus mierdas de películas también incitan al suicidio, indio cabrón. A lo que íbamos: el protagonista, el carapalo del Mark Wahlberg, y su novia Zoey Deschanel junto a un colega y la hija de éste emprenden una absurda huida de las plantas y sus esporas asesinas que les lleva ni más ni menos que a atravesar todos los putos campos y bosques de Estados Unidos. Es como si les persiguieran aspirinas y fueran a esconderse a la fábrica de Bayer...

Casi todo en la película es ridículo y da vergüenza ajena, con momentos estelares como las dos viejas que hacen punto con mascarillas puestas o cuando al Wahlberg le da por soltarle la chapa a una planta de plástico, intentándola convencer de que no son tan malos y merecen vivir, al contrario que el puto indio de mierda, al que si algún día me cruzo por la calle atropellaré con mi coche. También vergonzosas las actuaciones del militar que se encuentran por el camino o la vieja que les cobija al final de la peli.

EL MOMENTAZO: Quizás porque aún no se había revelado del todo la mierda que estábamos a punto de presenciar, el principio es de lo más destacable, cuando a la peña le da por suicidarse sin razón aparente. La escena de los obreros tirándose desde lo alto de un edificio mientras uno lo flipa desde abajo es de lo mejorcito de esta bazofia. Lo mejor de todo es el mensaje que transmite la película, "las plantas son malas, no te fies de ellas y si puedes, destrúyelas antes de que ellas te destruyan a tí". Vaya inspiración para los pirómanos...

PD: No volverás a ver mi dinero, indio cabrón. Arderás en el infierno.

De divertido, nada

El partido de los Martes vuelve con fuerza para denigrar y denunciar uno de los últimos crímenes perpetrados en las carteleras españolas en este mes de julio. Funny Games U.S., remake de la homónima película, aunque de producción austriaca y dirigida por el mismo sinvergüenza, Michael Haneke.

La historia, bien simple. Un par de frikazos se dedican a ir casa por casa en una modélica urbanización estadounidense de adineradas familias, que sufren el puteo constante de estos dos individuos con cara de niños buenos. Naomi Watts y Tim Roth (y Devon Gearhart, el niño) sufren en sus carnes los palos (de golf) de la extraña pareja que parece dominar todas las reglas del juego (incluso las del espacio-tiempo).

La película es un coñazo insoportable que sólo sale un poco de su letargo los 20 minutos que Naomi se tira en ropa interior dando saltitos por la casa aunque, eso sí, el perenne moquillo que le cae de la nariz le resta morbo al asunto... y más aún cuando, para cubrir su desnudez, se pertrecha con un chaleco de punto salido del armario del recordado tito Phil, de El Príncipe de Bel Air.

El momentazo: La dantesca imagen de Tim Roth (Abominación, el señor Naranja, el botones de Four Rooms...) pasándole el secador al móvil de su mujer, sentado en una silla de la cocina con la pierna derecha rota y una carita de 'Vaya tela de fin de semana' es, sin duda, el momentazo de esta película calificable, a todas luces, de bazófica.