viernes, 17 de abril de 2009

Kame...hame...JARRRRRRLLLL

Están, queridos lectores, a punto de leer la más feroz, ácida y dura crítica (de ahí la extensión) salida de la redacción de El Partido de los Martes. Dragonball Evolution. Mucho nos temíamos, con los primero spoilers, que la película no iba a ser del todo de nuestro agrado, como suele ocurrir cuando se adapta a la gran pantalla una serie o cómic de culto que ha marcado la infancia y adolescencia de toda una generación. Lo que no esperábamos en absoluto es la atrocidad perpetrada por James Wong, Ben Ramsey y compañía que, literalmente, han prendido fuego a los 211 números del mejor cómic manga de los 90 para, con las cenizas, hacer una bazofia de proporciones bíblicas. Lo mínimo que se le puede pedir a una adaptación cinematográfica es cierto rigor a la hora de plasmar en pantalla la idea original. Pues ni cierto, ni rigor, ni nada.

La historia de la película en sí, la clásica lucha entre el bien y el mal, va taladrando el cerebro de cualquier Gokumaníaco a medida que avanza el metraje. Un resumen: Goku vive con su abuelo Gohan, que le instruye en las artes marciales (hasta ahí, de maravilla). En el instituto (????) Goku conoce a Chi Chi, que guarda su habilidad para la lucha (????) en secreto, como el protagonista. El día de su 18 cumpleaños, Goku inicia la búsqueda de las Bolas de Dragón junto con Bulma (bueno, vale) para evitar que Piccolo, que lleva armadura y es ayudado por Mai (sí, Mai, la ayudante de Pilaf) las recopile antes. Para ello contarán con la ayuda del Maestro Roshi y de Yamcha, cuyo parecido con los personajes originales sólo se encuentran en la enferma mente de los anteriormente mencionados director y guionista.

El remate a una película que, obviando la vejación anal a la que ha sido sometida la idea original de Akira Toriyama, aburre lo que es una barbaridad, llega cuando Goku se transforma en el Oozaru. Lo que debería ser esto, un mono gigante con una capacidad de destrucción acojonantes, se queda en un bichejo que no llega a los tres metros, paecharlo, y que para colmo conserva el uniforme y no tiene rabo (no es que nos gusten los rabos, pero es que es su punto débil, ¡copón!).

Y si no hay calificativos (despectivos) suficientes para hablar del guión de esta patraña de película, qué decir de los 'efectos especiales'. ¿Cómo es posible, en nombre de Dende, que en pleno 2009 se haga semejante bazofia? ¿Es un homenaje a los tristemente desparecidos Power Rangers? Todo en esta puta mierda es JODIDAMENTE CUTRE. El radar del Dragón tiene toda la pinta de una GameBoy falsa de esas antiguas en las que sólo se podía jugar al Tetris... El maquillaje de Piccolo parecen haberlo hecho con plastilina (como sacado de un Celebrities de Muchachada Nui), el Donkey Kong de la SuperNintendo estaba mejor hecho que el Oozaru y ya lo de las ondas ki... ver a los protagonistas tirarse lucecitas de colores es ya para volverse loco, hasta las ráfagas de los juegos de PS2 están mucho más conseguidas. Los resoplidos y los "vaya tela" en la sala que seguían a cada demostración lo dicen todo. Vamos, que los FX dejan al Star Wars turco a la altura de Matrix Revolutions, por lo menos.

EL MOMENTAZO: Las conversaciones no se iban a quedar atrás en el cutrerío general de la peli, claro. Y Chi Chi, cuyo mayor mérito es llevar las mamellas apretadas a más no poder, se encarga de dejar claro qué tipo de personaje va a interpretar (chinita zorrona buenorra que se hace la dura pero que al final se acaba calzando el protagonista) en una de sus primeras intervenciones, soltándole a Goku sin venir a cuento un "no te creas que porque me llame Chi Chi soy tonta". ¿¿Pero que sinsentido es este??

Todo en esta película apesta. PUTA MIERDA. Y ya está.

3 comentarios:

Nicolás Pérez Benítez dijo...

Muy acertada critica compañeros mios. Por lo que habia leido sospechaba q la pelicula iba a ser una bazofia, pero es incluso peor. No sirve ni para cachondearse de ella. Puñalada trapera a los recuerdos de toda una generacion. Nadie sabe donde vive el tal James Wong? Lo más infame de todo es ver al pobre Yamsha...

Unknown dijo...

Toriyama nos ha traicionado.

Este tipo de pelis deben hacerla los friquis.

Creo que bazozófico define este tipo de producciones.

Discrepo con el comentario despectivo hacia las máquinas de que sólo tenían el tetris. El tetri de por sí es maravilloso y no necesita de nada más.

Deyanira dijo...

Diego esta es la jodida mejor crítica que he leído en mi vida. Eres la hostia! Besosos